MUERTE EN EL CARLTON (Javier Sagastiberri)
Una novela que descubrí en la
feria del libro de Bilbao de 2024: Cena homenaje nada menos que en el Hotel Carlton
bilbaíno. Abrimos boca con el asesinato del anfitrión, un plato contundente,
desde luego. Tanto como el propio homenajeado: un influyente empresario de
Neguri, pero con la peculiaridad de tener un pasado misterioso. Y es que nadie
sabe cómo empezó a amasar la fortuna con la que se hizo millonario. De primeras
me recordó a historias del estilo de Asesinato en el Ortient Express: hay un
cadáver y el asesino no puede ser nadie que no estuviera en el tren/en el hotel
en la cena de cumpleaños. También me ha recordado, conforme avanzaba la novela,
a algunas de Tom Sharpe, quizá por lo rocambolesco y surrealista de algunas
situaciones.
Los personajes con los que nos
encontramos son:
-
Juan Artolabe, protagonista e influyente
empresario.
-
Sus hijos Jon, Nacho, Beatriz y Asís. No pueden
ser más diferentes entre sí.
-
Erdosain, mano derecha de Artolabe.
-
Ana e Idoia, ertzainas que se encargan del
caso.
-
María Azkoitia, ex amiga de Beatriz.
-
Una serie de personajes secundarios que
evidentemente no voy a desvelar, pero que ayudan a cerrar el circulo y dar
colorido a la trama. Gracias a ellos conoceremos unos cuantos trapos sucios del
estirado de Juan Artolabe. Como en toda novela del género que se precie, serán
necesarios para podernos acercar al asesino.
Uno de los puntos que me
gustan de la historia es la ambientación. Últimamente estoy leyendo novelas que
describen bien las calles por donde sucede la acción. Si no conozco el entorno,
disfruto imaginándolo. Si lo conozco, como es el caso, puedo pasear con
facilidad por las calles que se describen: Pozas, Gran Vía, Ledesma…
Otro de los aspectos que me ha
gustado de la novela es el hecho de salir del clásico narrador omnisciente o de
la narración en primera persona. En este caso la historia va tomando en cada
capítulo el punto de vista de un personaje, con lo que resulta interesante ver
lo que van sabiendo y pensando cada uno sobre el caso. De hecho, en cuanto a
Erdosain, pensaba que iba a jugar un poco más “a Poirot”, por el hecho de ser Inspector
de Hacienda en excedencia. Si no recuerdo mal, el autor en la presentación de
su libro comentó que había trabajado en Hacienda, por lo que imaginé que utilizaría
al personaje para infiltrarse él mismo en la acción y “jugar a detectives”; sin
embargo, el desarrollo final es mucho más interesante.
Un punto que quiero mencionar
es que no se trata de una novela lineal -por la presentación de los hechos
según cada personaje- ni una historia plana. Entre medias de la acción se hilan
temas como el terrorismo de los 80, pinceladas sobre la sociedad vizcaína de
aquella época, narcotráfico, el Athletic…
A fin de cuentas, una novela que
invita a pasear por Bilbao, muy ágil y entretenida: se lee en “tres sentadas”. Es
el primer libro que leo de este autor, pero, definitivamente, invita a seguir leyendo
sus novelas.