BUSCANDO LOS FRAGMENTOS DE MI PADRE (Edisa Lozada)
Este libro es una autobiografía novelada. Edisa Lozada nos cuenta cómo fue su vida desde niña hasta el día de hoy. Realmente se va un poco más atrás en el tiempo, hasta el momento en que sus padres se conocieron, para que podamos ver mejor la evolución de este hombre que, en un momento dado, salió de su vida.
“Buscando los fragmentos de mi padre” es una historia de dos búsquedas: una física, por la que se empeña con todas sus fuerzas en dar con el paradero de su padre, que vive en otro país y al que necesita para poder conseguir la nacionalidad estadounidense. La otra búsqueda es un reencuentro consigo misma, necesario para poder entenderse y saber cuál es su lugar en el mundo, así como saber el porqué de lo que ha ocurrido en el matrimonio fallido de sus padres. Las dos búsquedas son necesarias e interdependientes. Si bien a lo largo de la historia podemos pensar que la búsqueda de una persona que no dio señales de vida en 20 años está abocada al fracaso, en el fondo a Edisa le sirve para construir esa otra necesidad, la de encontrarse a sí misma, conocerse y saber cómo y por qué es de la manera que es.
Una autobiografía clara, diáfana, y que no trata de dejar sombras, con la que Edisa Lozada se abre totalmente gracias a sus propias palabras. No tiene reparo en contar su historia tal cual es, lo mismo si son cosas positivas o menos agradables. Puedo decir que a lo largo del libro he podido viajar con la autora en esa búsqueda de su padre, tanto a Estados Unidos como a Puerto Rico; me he enrabietado cuando le han salido las cosas torcidas, me he alegrado cuando se ha sentido feliz, me he agobiado cuando no ha tenido dinero suficiente…
La parte de la búsqueda de sí misma ha pasado por mí un poco más de puntillas, pero porque no son temas que me atraigan especialmente, pero sí soy consciente de cómo le ha servido a la autora esta experiencia para curarse las heridas y hacerse más fuerte.
“Buscando los fragmentos de mi padre” es la primera novela de la autora, una novela tan dolorosa como, curiosamente fácil de leer. La Edisa niña es tan tierna que hace que quieras seguir sabiendo de ella. La Edisa adulta es tan intrépida que dan ganas de echarle una mano cada vez que lo necesita. Su lema podría ser “¿quién dijo miedo?”. Y así logró llegar hasta donde está ahora.