HAMASEIGARRENEAN, AIDANEZ (Anjel Lertxundi)
En esta campaña que me traigo de recuperar libros escritos hace tiempo, nos vamos hasta 1982, año en que se publicó “Hamaseigarrenean, aidanez”, una novela ambientada en la Euskadi rural de mitad del siglo XX. Traducido al castellano sería algo así como “Por lo visto, a la decimosexta”. Sin embargo, no hay título en castellano porque no se ha traducido la obra desde el euskera. O, al menos, no he encontrado constancia de que así sea.
Anjel Lertxundi nos cuenta en esta novela una historia trágica, en la que el protagonista es Domingo, un apostador empedernido. Es un hombre capaz de jugarse cualquier cosa por cualquier motivo, sin medir el riesgo. La narración comienza con el dolor de Marcelina, su mujer. Posteriormente, una narración de Marcelina en primera persona nos explica cómo se conocieron y cómo es la vida entre ellos. La propia historia nos va presentando a un hombre obsesionado por las apuestas. El entorno, un pueblo pequeño en el que los vecinos le jalean y le animan, con lo que cada vez el vínculo con la apuesta es mayor, y más peligroso. De este modo podemos ver cómo son las relaciones personales y sociales dentro del pueblo.
Algo que le da cierta agilidad frescura a la narración es el hecho de que no tenga un narrador omnisciente, sino que son las versiones de cada uno de los personajes las que hacen que, como un puzzle, recompongamos lo que ha pasado realmente en la novela. Cada personaje, desde su punto de vista, aporta lo que sabe, sus planteamientos y valoraciones. Así se completa la acción y nos podemos hacer una idea más clara de cómo era la manera de ser de los personajes principales y lo que les movía por dentro.
Tiene un lenguaje muy cercano, las conversaciones destilan familiaridad, una manera de hablar muy sencilla, sin excesivas florituras. La novela está estructurada en tres partes, y éstas, en otras tres subpartes, de manera que define fácilmente los saltos de personaje a personaje o de un momento a otro de la acción: tiene una estructura muy clara. Está escrita de forma que es fácil empatizar con unos personajes y odiar a otros… Cuando estaba terminando, en los últimos capítulos, uno de los personajes casi ha conseguido hacerme enfadar incluso.
Se trata de una novela corta, editada por erein. El ejemplar que cayó en mis manos es de apenas 137 páginas. En 1983 obtuvo el premio de la Crítica de Narrativa en Euskera. En 1985, el propio autor dirigió una película con el mismo nombre, basada en el libro.